Hacer contenidos es una actividad fundamental para potenciar resultados de marketing.
Da igual si vendes productos industriales o servicios locales, los contenidos ayudan a tu audiencia a generar mayor consciencia de lo que tu marca, productos y servicios pueden hacer por ella.
Estas fórmulas las aplicamos aquí para lograr que la gente quiera consumir tus contenidos. Sin embargo, estas son fundamentalmente estrategias de ventas.
Es lógico, pues también hay que vender la idea de que vale la pena consumir tu contenido.
Empecemos.
1. AIDCA
Esta se basa en la fórmula más famosa, AIDA: atención, interés, deseo y acción.
El nuevo elemento, La C, es de convicción.
Así va el proceso:
- Atención: Interrumpe y “jala” su atención
- Información: ¿De qué se trata?
- Deseo: Muestra que el problema vale la pena ser resuelto
- Convicción: Demuestra o prueba que la solución u oferta funciona
- Acción: Sigue el mensaje y haz que tomen acción
La convicción normalmente se ancla en pruebas, como publicaciones donde has aparecido, patrocinios, número de clientes o miembros, y evidencia visual.
2. ADP
Antes, Después y Puente.
Esta es una fórmula sencilla que hace énfasis en el proceso de transformación del punto A al punto B.
Por ejemplo, si digo:
- Odiaba escribir en la escuela
- Ahora a mis 30, tengo un blog exitoso, miles de correos electrónicos y 8 libros publicados en dos idiomas.
- Aquí hay 10 recursos que te ayudarán a ser un escritor excepcional.
El primer punto es el antes, el segundo el después y el tercero nos presenta el proceso que hay que consumir para que tú también tengas el después.
3. CVB
Característica, Ventaja y Beneficio.
Una formula clásica y confiable.
Por ejemplo el caso de un smartphone, para días soleados, (a) display SDR con super retina que (b) que es el doble de brillosa que antes, (c) para que los textos se vean y lean claros.
La característica es el componente técnico, que incluye un material o trabajo a realizar.
La ventaja se traduce en una comparación con una experiencia familiar, otro producto o marca establecida y nos ayuda a sumar perspectiva.
El beneficio dice simplemente por qué es bueno tener la característica presente.
4. RAD
Requiere, Adquiere y Deseo.
Por ejemplo:
(a) En solo 15 minutos, (b) podrías ahorrar hasta la mitad de tu seguro para auto. (c) Obtén tu presupuesto.
(a) es lo que se requiere que haga el prospecto, dicho de una forma conveniente.
(b) muestra el beneficio, lo que hay que ganar si se invierte lo dicho en (a)
(c) refleja el deseo, pues si otros ahorran la mitad, ¿también podrás tú?
5. VAD
Verbo: Acción lograda
Aplicación: El beneficio aplicado
Diferenciador: muestra una ventaja aparente
Por ejemplo,
(a) Crea experiencias inmersivas virtuales, híbridas y en persona (b) para tu audiencia, (c) sin importar donde están.
6. PAS
Otra fórmula clásica.
Problema: define o crea un problema
Agita el problema haciendo notar lo que se pierde o no se gana al no resolverlo. Puedes mostrar el tiempo o dinero que has perdido tú al intentar arreglarlo personalmente sin éxito, por ejemplo.
La solución nos indica el camino correcto para resolver este problema.
La cultura estadounidense de consumo se basa mucho en esta fórmula, pues hasta productos de lujo usan esta fórmula, pues crean el problema de no hay suficientes para todos los clientes. Quizás haya que ir a una lista de espera.
Luego agitan mostrando las incomodidades de no resolverlo o lo que se pierden al no tener esta experiencia, para finalmente decir qué hay que hacer para ganar.
Podríamos equivaler esta fórmula a “crea un incendio, catalízalo y luego vende extintores.”
7. AIU
Atención, Interés y Urgencia.
Por ejemplo: (a) Últimas horas! (b) Gana una camioneta XYZ (damos contexto a la oferta).
Finalmente resaltamos la urgencia puesto que el tiempo se acaba, puede haber ya solo una oportunidad para participar o mostramos la cuenta regresiva.
No hay que olvidar definir el siguiente paso.
No hay nada peor que una oferta atractiva que no dice qué hay que hacer para adquirirla, incluso si esa acción es “pregunta a un asesor.”