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Cómo lograr ventas eficientes, hacer una marca vibrante y lograr cautivar clientes sin importar el producto o servicio que ofrezcas

Estimado lector:

Mi nombre es Damián Gil y soy el fundador de Empresa En Crecimiento. He tomado como misión personal ayudar a nuevos emprendedores y personas con micro, pequeños y medianos negocios, el simplificar, aplicar y garantizar mecanismos de mercadeo y comercio que les ayuden a lograr un negocio más satisfactorio hecho al tamaño de sus propios intereses.

He tenido la oportunidad de apoyar a varios cientos de emprendedores, muchos de los cuales han logrado negocios espectaculares, en decenas de industrias diferentes.

Por años, he compartido muchas de estas ideas en el blog de Empresa En Crecimiento, hecho algunos cursos, y además de publicar en Quora, donde he sido republicado en Forbes México y el Huffington Post en España.

A continuación, quiero mostrarte un camino sencillo que ayude a tu negocio a despertar más interés en una audiencia, indistintamente si la consigues con tráfico orgánico, pago por clic, o incluso métodos fuera de línea.

Tomarte unos minutos en leer este mensaje te ayudará a:

Escapar del juego de bajar precios para siempre.
Conseguir trabajos o clientes que den más dinero.
Conseguir más trabajos o aumentar el volumen de ventas.
Atraer a tus clientes ideales.
Automatizar la rentabilidad de tu negocio de forma confiable.
Obtener más dinero y satisfacción de tu negocio.

Suena difícil de creer en un inicio, hay incontables negocios hoy en día, muchos incluso iniciados sin vocación, la competencia no falta por ninguna parte y el ofrecer precios bajos parece ser a lo que juegan todos.

Pero tú tienes tu negocio o estás pensando en comenzar uno. Seamos honestos:

¿Qué tanto te preocupa no tener citas, que nadie compra y que los costos del negocio empiezan a sangrarte?
¿Qué tal si tienes que pagar la raya, una nómina, lidiar con el aumento constante de precios en prácticamente todo y lidiar con cancelaciones o devoluciones, clientes molestos e insatisfechos que nunca vuelven a llamarte o visitarte?
¿Te frustra de que, por más esfuerzo que inyectas en el negocio, simplemente los resultados no crecen a la par? Sigue sin haber números atractivos en tu cuenta de banco.

Incluso si no tienes un negocio ahora mismo, eres consciente de que la economía es inestable (siempre suele serlo), hay mucha competencia, abundan los compradores que buscan un precio bajo, manejar el negocio cuesta dinero y el costo de vida sube. Encima, la mayoría de esfuerzos en publicidad y marketing en general suelen ser un desperdicio de tiempo y dinero.

Ves que otros la rompen y hasta comparten parte de su éxito en videos, pero tú sigues luchando por hacer ese teléfono sonar, por tener visitas en tu tienda online o incluso si te llaman o visitan, en conseguir la venta deseada.

Más aún, que pasara una y otra vez.

¿Cómo sería tu vida si tu negocio tuviera un desempeño consistente? Imagina que has puesto las metas y las has logrado. Elevas las metas e igualmente lo logras. El negocio corre como un caballo de saltos bien entrenado, adaptándose siempre a los obstáculos de adelante y consiguiendo finalmente las satisfacciones que quieres.

A continuación te mostraré cuatro elementos
que transformarán tu negocio en un imán de clientes

Antes de mostrártelo, debo decirte que la función del marketing bien aplicado se trata de convertir herramientas de mercadeo en psicología persuasiva.

La razón es simple, con las herramientas interactuamos todos, todo el tiempo, lo sepamos o no, pero las decisiones de compra finalmente son una preferencia subjetiva. Así que hay que saber utilizar las herramientas para influir en la decisión, o en otras palabras, hacer que la herramienta influya en la psicología de tus compradores.

1. Atención:

Aquello que captura la atención de tu audiencia, el dinero le sigue de cerca. Así funcionan los negocios de cualquier tipo. Debes captar o la atención de tus inversionistas o de tu público consumidor, más comúnmente la de ambos, pero vaya, algunos productos y servicios se escapan, sobre todo cuando son de primera necesidad y funcionan en un monopolio.

Existen numerosas formas de captar la atención. Algunas sutiles como las historias (una herramienta) y otras que rayan en lo obseno, como las imágenes explícitas (otra herramienta).

Sea como sea, la atención bien captada se liga rápidamente con la motivación de tu audiencia (un recurso psicológico, ¿ves?) y sirve para que no te ignoren y quieran saber más de lo que tienes que decir.

Básicamente es el delicioso olor que evoca la cocina de tu hogar, cuando tienes hambre, que te lleva a ella, incluso antes de saber qué cocina.

2. Interés:

Ahora, cuando llegas a la cocina, puede que lo que veas te encante o no. Si te encanta, entonces no es difícil interesarte, ya tienes ansias de probar.

Pero si no te encanta, entonces existe una razón extra de peso para probar de igual forma, quizás sea el que no quieres quedar mal ante tu mujer, o no quieras salir regañado, o porque entiendes que Emhay algo, como el valor nutrimental, que vale la pena no desperdiciar.

En cualquier caso, la comida puede ser más gratificante ya no tanto por la propia comida, sino por la compañía.

Es aquí donde usas el interés, que son básicamente la promesa principal de tu oferta y algún motivante externo (como cuando aprovechas una moda o tendencia - otras herramientas) para conectar con la predisposición de una persona a consumir (otro recurso psicológico).

3. Medio:

Este es un concepto dual, porque un medio existe a través de la comunicación (lo cual es vital) y el otro existe en la interacción (lo cual es vital).

Por ejemplo, tu publicidad existirá dentro de algún medio de comunicación (sea boca a boca o video - más herramientas). Tu producto existe dentro de un medio de interacción (o el cliente te visitó o se lo hiciste llegar de algún modo - más herramientas).

Aquí la cosa se puede poner un poco mezclada, ya que puedes aprovechar el viaje del cliente a tu tienda, o el envío de tu producto, para mostrar comunicar más, o incluso la relación puede existir en más de un medio a la vez.

Sea como sea, el medio ayuda a filtrar interesados (otro recurso psicológico). La intención es simple: la persona a la que apuntas con tus mensajes debe sentirse personalmente identificado, sea con tu publicidad y bueno, quizás esta es una razón de peso de por qué Starbucks pone tu nombre en el vaso, aunque a veces lo pongan mal.

4. Embudo:

Donde la mayor parte de la magia ocurre, un embudo depende de que tengas un 1, 2 y 3 efectivos para funcionar adecuadamente. Naturalmente, también el embudo debe estar bien hecho.

El embudo es el que hace el trabajo más pesado, ya que su misión es convertir hasta el más escéptico en un comprador. Ahora bien, es un error diseñar el embudo desde cero por tus medios (a menos que sepas exactamente lo que haces y ya tengas una cultura de experimentación).

Normalmente vas a querer modelar tus embudos a otros que ya funcionan bien. Un embudo segmenta (el último recurso psicológico de esta lista) a tus compradores de acuerdo a uno o varios elementos.

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